El viagra es la píldora de Belcebú

Así es, todos sabemos muy bien para que sirve el viagra. Sirve para provocar erecciones, si de por sí una erección involuntaria ofende a Dios, es un pecador quien quiere tener una erección inducida, y más por esta pastilla demoníaca. No hay nada peor que alguien que disfruta el hecho de que Satanás pare su pene, todas esas personas que toman esta abominable sustancia deberían estar de rodillas pidiéndole perdón al Señor por disfrutar de las erecciones.

No se conoce ningún caso de un sacerdote que haya consumido viagra, y mucho menos de un Papa que haya consumido Viagra, los católicos verdaderos nunca consumimos eso, pero los herejes y los científicos se divierten dejando pastillas de viagra en las limosnas y ofreciéndoselas a los niños como si fueran dulces. Es por eso que hay tantas relaciones y embarazos en jóvenes que no han contraído matrimonio.

¿Por qué las personas necesitan tomar viagra?

Si tu pene no se para, es muy buena señal. Quiere decir que todos tus impulsos simiescos han quedado atrás  y que Satanás ya no te usa para ofender a Dios. Pero los herejes lascivos que tienen sexo por placer lo consumen, porque a través de estas píldoras Satanás puede endurecer sus falos y quitar muchas virginidades. ¡Que horror!

Además, genera mucha dependencia. Conozco un caso de un hombre que necesitaba tomar viagra casi todo el día, y robaba para conseguirlo, tenía ojeras y tenía erecciones en misa. El desgraciado murió de una sobredosis letal y ahora debe estar en el infierno con una erección eterna.




¿Como detectar a un adicto a esta droga?

Simples señales:

Hay que ser muy observador para reconocer a un adicto

• Mareos
• Habla latín al revés
• Tiene un bulto en su pantalón a toda hora
• Sudor
• Manos temblorosas

¿Que hacer?

Los adictos se pueden curar. Debes decirle que se ponga un anillo de espinas en su miembro y que se azote mucho. 

Ahora que conoces los peligros del viagra, ya tienes otro ítem que añadir a tu lista de cosas para quemar. Pon todas las píldoras de viagra (y pastillas "del día después") en la misma hoguera donde quemas heavy metal, software satánico, condones y porno.

¡Fuera de los pobres cuerpos pecadores, Belcebú!